Los polvos corporales más seguros son las fórmulas sin talco, a menudo elaboradas con ingredientes naturales como almidón de maíz, polvo de arrurruz y bicarbonato de sodio. Estas alternativas son hipoalergénicas, lo que las hace ideales para pieles sensibles. Si bien el talco de grado cosmético se ha utilizado durante décadas, la reciente preocupación por su asociación con riesgos para la salud ha impulsado el desarrollo de polvos de talco sin asbesto y otras opciones sin talco. Muchos productos modernos están formulados sin parabenos, sin fragancia y sin toxicidad, lo que garantiza la seguridad para bebés, adultos y personas con alergias. Al elegir polvos corporales para el cuidado personal, los usuarios deben verificar siempre las etiquetas para verificar las certificaciones y las aprobaciones dermatológicas.